Leccion Progress:

Capítulo 1 – ¡Así que quieres cambiar el sistema alimentario!

5. Crear un negocio sostenible

Con esta guía queremos ayudarte a poner tu empresa agroalimentaria emergente en
el buen camino para cosechar éxito tanto a nivel comercial como de impacto. Si quieres
mejorar el sistema alimentario y crear un negocio realmente sostenible, es importante
que tu empresa tenga estos aspectos en cuenta desde el primer día. Así que, ¿por qué es
importante crear un negocio sostenible y qué cosas necesitas saber para lograrlo?

Por qué deberías crear un negocio sostenible

Comer es una necesidad ineludible, pero nuestro sistema alimentario actual está sometiendo al planeta a una presión enorme. De hecho, contribuye a la generación de entre un 19 y un 29 % del total de las emisiones de gases invernadero (GEI) antropogénicas (Vermeulen, Campbell e Ingram, 2012). La producción de comida consume una cantidad considerable de recursos, como nutrientes, tierra, energía y agua, por lo que debemos asegurarnos de que dichos recursos se utilizan para producir alimentos que proporcionen un valor real y ayuden a mejorar la vida de las personas sin suponer un esfuerzo innecesario para el planeta.

La agricultura acelera el cambio climático a través de la emisión de GEI y la reducción de las reservas de carbono en la vegetación y el suelo. A nivel local, la agricultura destruye la biodiversidad y perjudica a los hábitats naturales a causa de la conversión del suelo, la eutrofización, el uso de pesticidas, la irrigación y el drenaje. Las prácticas agrícolas insostenibles también pueden producir un impacto ambiental directo, como la erosión del suelo o la pérdida de polinizadores (por el uso abusivo de pesticidas). (Agencia Europea de Medio Ambiente, 2012)

Teniendo en cuenta el impacto negativo que la producción de comida tiene sobre el medio ambiente, no cabe duda de que debemos no solamente mejorar las prácticas, sino también aprender a apreciar de verdad la comida que ya se ha producido. Por desgracia, este no parece ser el caso. La Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que cada año se pierde o desperdicia
un tercio de toda la comida producida a nivel mundial.

Un sistema alimentario sostenible también debe cuidar a las personas a las que alimenta y a las comunidades en las que funciona. La Revolución Verde de la década de los 50 y los 60 cosechó unos resultados increíbles, consiguiendo reducir el porcentaje de malnutrición de un 33 % de la población mundial en 1969 a un 10-12% hoy en día (Banco Mundial). Aunque sigue siendo una cifra inaceptablemente alta, pone de manifiesto la capacidad de nuestro sistema alimentario global para hacer frente a problemas sociales críticos.

Pero hoy los retos son diferentes. Según la Organización Mundial de la Salud, los niveles globales de obesidad casi se han triplicado desde 1975. En 2016, el 39 % de los adultos de más de 18 años padecían sobrepeso, y un 13 % obesidad. La obesidad está vinculada a problemas cardiovasculares, diabetes y cáncer. Se trata de una epidemia en expansión que, no obstante, se puede prevenir con ayuda de mejoras en la dieta y el estilo de vida. Si bien la disponibilidad de calorías ya no es un problema en gran parte del mundo, la calidad de la nutrición sí lo es. Un creciente corpus de investigaciones apunta a que existe un vínculo entre la comida altamente procesada y problemas de salud. Estamos expuestos de manera continua a elevadísimos niveles de azúcar, sal y grasas en detrimento de la salud colectiva.

Pero el impacto social de nuestro sistema alimentario no se limita solamente a la nutrición. Existen innumerables problemas asociados, como el trabajo infrarremunerado o forzado o la aceptabilidad de la innovación (por ejemplo, los organismos modificados genéticamente u OMG), entre muchos otros que tampoco pueden dejarse de lado.

No necesitamos más empresas alimentarias, lo que necesitamos son empresas alimentarias más sostenibles.

Escoge bien tus batallas

Aunque tener una empresa sostenible implica adoptar un enfoque holístico en el que se tiene en cuenta
el impacto medioambiental y social en cada uno de los aspectos que rodean al negocio, nunca está de más elegir con cuidado las batallas en las que luchamos. Como empresa emergente, es simplemente imposible abordarlo todo a la primera y tendrás que prepararte para hacer sacrificios. Cuando analizamos el asunto de la sostenibilidad, a menudo nos damos cuenta de que el problema es el sistema entero, que no funciona, y nos vemos tentados de intentar arreglarlo todo. No obstante, no debes olvidar que eres una pieza pequeña en un puzle mucho más grande que tú, así que es importante escoger con cautela en qué volcamos nuestros esfuerzos.

Tu negocio no será capaz de resolver todos los problemas que existen de buenas a primeras desde el principio. Asegúrate de tener una visión bien clara de adónde quieres llegar desde el punto de vista de la sostenibilidad y trabajar para lograr esos objetivos siempre dentro de las capacidades de tu negocio. Hacer las cosas de manera diferente (por ejemplo, emplear a personas de entornos desfavorecidos, o utilizar un tipo de embalaje o proceso manufacturero innovador) requiere de muchísima paciencia y agallas. Al fin y al cabo estás yendo a la contra de los procesos empresariales tradicionales; no debes perder la perspectiva de que, como empresa emergente con recursos limitados, no vas a poder acometerlo todo a la primera. Determina cuál es tu misión principal, cúmplela y, a medida que vayas desarrollándote, crece en aquellos aspectos en
los que puedas hacerlo.

También cabe mencionar que una vez que lances el mensaje de la sostenibilidad ahí fuera, lo más probable es que la gente analice minuciosamente todo lo que haces. Muchos te apoyarán, pero siempre aparecerá alguien dispuesto a cebarse con ese pequeño cabo que se te ha quedado suelto. No pasa nada. Prepárate para esos casos reafirmándote en los motivos por los que tomaste las decisiones que ejecutas y te fijaste los objetivos que persigues.

Sobre la creación de un negocio basado en una misión

“El consejo que daría a aquellos emprendedores guiados por una misión es que no se enamoren de un objetivo específico al principio, sino con la idea en general de crear un negocio que va a cumplir una misión importante. Al igual que ocurre con el resto de negocios, nunca se sabe qué se acabará descubriendo a lo largo del proceso”.

-Tom Simmons, fundador y CEO de Cambridge Glycoscience

El valor de la sostenibilidad a la hora de crear tu marca. Además de “ser lo correcto”, integrar la sostenibilidad desde el principio conlleva muchas ventajas empresariales:

  • Consumidores Concientes: cada vez más estudios indican que los consumidores desean escoger productos que tienen un impacto positivo sobre el medio ambiente y la sociedad (al menos cuando se les pregunta sobre ello). Un estudio global de consumo llevado a cabo por Unilever en 2017 reveló que “existe un mercado valorado en 1 billón de dólares para aquellas marcas que son capaces de comercializar de manera efectiva y transparente la sostenibilidad de sus productos”. (sustainablebrands.com)
  • Empresas Concientes: la mayoría de las empresas se han fijado objetivos de sostenibilidad (de hecho, la UE exige a las grandes empresas que informen del impacto social y medioambiental de sus actividades), por lo que cada vez buscan más la colaboración con proveedores y socios que les ayuden a cumplirlos. Y esta es una gran oportunidad para las empresas emergentes.
  • Diferenciación positiva en el mercado: un impacto positivo proporciona un trampolín comercial con el que destacar por encima de los competidores, sobre todo cuando se trata de empresas más arraigadas. A medida que se va obteniendo un impacto positivo, los medios van a querer hablar sobre lo que haces y la comunidad alrededor de tu negocio se va a interesar por él. Además, la sostenibilidad también alimenta la lealtad, ya que ayudas a otros a contribuir con aquellas cosas que les preocupan o
    consideran importantes.
  • Atracción de un equipo motivado y comprometido: a la gente le gusta trabajar en empresas guiadas
    por una misión. Encuestas llevadas a cabo recientemente indican que la generación de los millenials
    prefieren las empresas que trabajan para algo más que para ganar dinero y esa es una motivación
    decisiva a la hora de buscar empleo. (forbes.com).
  • Es una realidad en el mercado:para terminar, dada la creciente falta de recursos, si consigues producir maneras más eficientes acabarás siendo menos vulnerable a las fuerzas del mercado que puedan afectar a tus operaciones a medida que el mundo va cambiando.

Si quieres leer más sobre el valor de la sostenibilidad para tu negocio, salta directamente al capítulo 7,
en el que abordamos el tema de cómo medir y comunicar el impacto de tu empresa.

“Lo que más me emociona sobre el emprendimiento es el hecho de que una sola persona es capaz de tomar un problema en sus manos y hacer algo para solucionarlo. Se me ocurrió una idea que podría ser muy beneficiosa  para la sociedad y sentí que mi obligación era ponerla en práctica”

-Solveiga Pakštaitė, cofundadora de Mimica Touch