Leccion Progress:

Capítulo 9 - Cuidar de ti mismo

1. Cómo evitar el desgaste y disfrutar de la experiencia

“Me dado cuenta de que soy mucho más creativa cuando me cuido”.

– Arianna Huffington

Poner en marcha tu propia empresa es una aventura de lo más reconfortante. Has encontrado algo que te apasiona y has decidido entregarte a ello en cuerpo y alma. Pero, te has comprometido tanto con lograr el éxito, que de repente te encuentras trabajando como nunca habías pensado que eras capaz y bajo un tipo de presión que ni siquiera sabías que existía. Es muy fácil caer en la trampa de creer que tienes que trabajar sin parar, hasta el punto de que puedes acabar desarrollando una adicción. Pero, en realidad, eso no es sostenible para tu propio bienestar ni tampoco para el éxito de tu empresa.

Recientes estudios han demostrado que los emprendedores sufren una mayor tendencia a padecer problemas de salud mental debido a los elevadísimos niveles de estrés, incertidumbre, aislamiento social y vinculación de la valía individual al éxito de la empresa a los que se someten (fuente). Así que, ¿cómo evitas fundirte y cuidas de ti mismo? Este capítulo es ligeramente diferente al resto, pero nos parece igual de relevante. Si queremos conseguir que nuestro sistema alimentario sea más sostenible, hemos de asegurarnos de que nosotros seamos sostenibles también, para seguir siendo capaces de mejorar y transformar el sector de los alimentos.

Gestión de tareas personales
Una cosa que tienes que conseguir que se te dé bien cuando diriges tu propio negocio es la gestión de tus tareas personales. Tienes tantas cosas de las que ocuparte en tantos ámbitos diferentes del negocio, que puedes acabar sintiéndote abrumado y muchas veces incluso distraído. Te ves empujado de un lugar a otro y, antes de que te des cuenta, son las 17:00 y todavía no has tachado nada de tu lista de tareas. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Una herramienta que te puede ayudar a gestionar tu trabajo es la matriz de Eisenhower, una sencilla cuadrícula en la que organizas diferentes tareas en función de su urgencia/no urgencia e importancia/no importancia. 

Ocúpate del primer cuadrante en tus horas más productivas del día: ¿eres una persona madrugadora? Entonces deberás hacer lo más importante y urgente primero, antes que cualquier otra cosa. ¿Y las tareas que no son importantes pero sí urgentes? Lo óptimo es delegarlas a otra persona, aunque el fundador Do Do it now URGENT NOT IMPORTANT NOT URGENT IMPORTANT Decide Schedule a time to do it Delegate Who can do it for you? Delete Eliminate it Capítulo 9 129 de una empresa emergente no siempre tiene esa posibilidad, de modo que tendrás que dejarlas para otro rato. ¿Y lo importante pero no urgente? Reserva determinado tiempo para este tipo de tareas y no les dediques más minutos de los que tienen asignados. ¿Lo que no es ni importante ni urgente? ¡Deberías preguntarte por qué está eso en tu lista en primer lugar!

Y estos son otros valiosos consejos que hemos ido recopilando:

  • Aprovecha las herramientas organizativas disponibles en línea, como Basecamp, Trello o Asana. Hay montones de ellas, así que dedica un rato a investigar cuál cubre mejor tus necesidades y preferencias.
  • Planifica la semana con antelación y prepara tu jornada la tarde anterior. Fíjate 2 o 3 tareas clave para completar cada día y comienza tu jornada con ellas; el correo puede esperar…
  • ¡Haz pausas! Levántate, muévete, sal fuera para respirar aire fresco o tomate una taza de té. Después serás mucho más eficiente.
  • Apaga las notificaciones en tu teléfono y portátil cuando necesites concentrarte (y mejor aún si es todo el tiempo).

Saca tu máximo rendimiento
No cabe duda de que tu empresa emergente consumirá gran parte de tu vida, pero encontrar el equilibrio te ayudará a mantenerte cuerdo y incrementar considerablemente las probabilidades de éxito tanto tuyas como de tu negocio. Seamos realistas: no va a ser el “típico” equilibrio entre vida profesional y vida privada, en el que dedicas la mitad de tu tiempo a trabajar y la otra mitad a disfrutar de las cosas buenas de la vida. Sea como sea, es muy importante que saques tiempo de algún lado para cuidar de ti. Dedica tiempo a otras cosas como, por ejemplo, a practicar algún deporte, mindfulness, pintura o avistamiento de nubes… Lo que sea siempre que te ayude a desconectar durante un rato.

Y estos son otros valiosos consejos que hemos ido recopilando:

  • Ve aprendiendo a decir “no”: es muy halagador que todo el mundo recurra a ti cada vez que tienen un problema, pero no puedes resolverlos todos. Aprende a negarte y cuándo hacerlo.
  • Céntrate en el rendimiento: nadie contabiliza las horas que trabajas. Lo único que importa es obtener los resultados que tu empresa necesita. Por lo tanto, dedicar esfuerzo a cosas que no lo merecen no te va a reportar nada. Estar ocupado no es lo mismo que ser productivo.
  • Aprende a gestionar tu tiempo frente a gestionar tu energía: si quieres encontrar la productividad y el equilibrio en tu trabajo, aprende a gestionar tu energía. “El principal problema con trabajar más horas, es que el tiempo es un recurso finito. La energía es otra historia”. (Fuente) Identifica qué prácticas te desgastan y cuáles te recargan, para poder rendir siempre al máximo en el trabajo. (Para más información sobre cómo gestionar la energía frente al tiempo, te recomendamos este artículo de Harvard Business Review y este enlace, donde encontrarás 5 consejos breves para lograrlo).
  • Valora tus victorias: posiblemente a estas alturas ya te haya quedado claro que poner en marcha un negocio es estresante y agotador. El camino está repleto de obstáculos e impedimentos. Por eso es tan importante saber apreciar las cosas cuando van bien. No es difícil acabar restando validez a las victorias para concentrarte en tu lista interminable de tareas, así que asegúrate de tomarte tu tiempo para disfrutar de tus éxitos, que te inyectarán la energía que necesitas para abordar el siguiente reto
  • Haz limpieza: asegúrate de limpiar regularmente tu lista de tareas. Detente un momento y reflexiona sobre qué es aquello a lo que necesitas dedicar tu tiempo, y elimina lo que no sea esencial. 130 

Identidad propia
Nunca olvides que tú no eres tu empresa. Le estás dedicando una parte muy grande de ti y la gente, incluso tú mismo, no tardaréis en colgarte la etiqueta de “emprendedor”. Desde esa perspectiva, es difícil evitar que tu startup se convierta en parte de tu identidad, pero intenta evitarlo por todos los medios. Empañará tu capacidad para tomar decisiones racionales relativas a la empresa y, además, te hará sentir mal durante las rachas difíciles. Respecto al resto de emprendedores y negocios que ves en Internet, ¿cuáles parecen tenerlo todo bajo control? Ninguna. Del mismo modo que las personas proyectan lo mejor de sí mismas en la red, las empresas también. Coge con pinzas todo lo que veas y nunca te compares a ti mismo ni tus progresos con los demás, porque nunca vas a sacar nada bueno de ahí.

La toma de decisiones
Tomar decisiones es agotador. Sobre todo cuando tú eres el responsable de tomarlas todas. El antiguo Presidente Obama solía bromear diciendo que cuando saliese de la Casa Blanca iba a abrir una tienda en la que solo vendería camisetas blancas de talla única, para no tener que volver a tomar más decisiones. De hecho, ¡existe la fatiga por toma de decisiones! Precisamente debido al hecho de que el fundador de una empresa debe decidir cosas constantemente, es muy importante poner en marcha una estrategia para evitar fundirte. Por ejemplo, puedes delegar algunas decisiones (¿acaso importa adónde vaya el equipo a comer?) y recurrir a los demás tanto como necesites (por ejemplo, a tus asesores cuando debas tomar decisiones importantes).

Dominar los diferentes aspectos descritos en este manual
Todo lo que te hemos contado en esta guía aspira a ayudarte a que hagas despegar tu negocio con éxito, pero su única garantía de supervivencia es que tú sobrevivas. La suma de todas las cosas que necesitas hacer puede parecer inabarcable, pero si la desglosas verás que todas las tareas son factibles.

  1. Borda tu propuesta: para ello lleva a cabo una investigación de mercado en profundidad, aplica la mentalidad de las lean startups y desarrolla un producto o servicio que realmente dé cobertura las necesidades del cliente. Cuando sabes que tienes una propuesta sólida, no dudas de ti mismo cuando las cosas van mal, y acaban haciéndolo en algún momento. 2
  2. Haz bien las cosas: asegúrate de cumplir las disposiciones legales locales ya que, de lo contrario, el tiro acabará saliéndote por la culata tarde o temprano y puede incluso tener consecuencias sobre tus finanzas personales. Dormirás mucho mejor por la noche si sabes que estás cumpliendo todos los requisitos legales y que has seguido todos los pasos necesarios para proteger tu negocio y tus intereses personales en aquellos aspectos en los que era necesario.
  3. Gestiona tu flujo de caja con inteligencia y recauda más dinero del que crees que vas a necesitar – pon en marcha un plan de financiación y asegúrate de que gestionas tus finanzas con cabeza. No quieres encontrar agujeros negros en tu cuenta de repente y no poder pagar la nómina tus empleados. Créenos, reducirás mucho tus niveles de estrés una vez que tengas una visión clara de tu situación financiera.
  4. Aprende a contar tu historia: llévate a la gente contigo a lo largo de tu viaje, centra tu mensaje y tus esfuerzos en el público más crítico. Sin embargo, sé consciente de que no puedes ganarte a todo el mundo e intentarlo no te va a reportar más que decepciones. 5.
  5. Rodéate de personas geniales: tómate tu tiempo a la hora de contratar y construye un equipo global (en el que se incluyen los asesores, miembros de la junta o inversores) de personas que puedan contribuir al progreso de tu negocio y ofrecer la ayuda que vas a necesitar. Como se dice por ahí, “se necesita toda una aldea para criar un niño”.